Es momento de renovar el grifo de tu lavabo, pero no sabes muy bien por dónde empezar a buscar.
En Jerónimo del Río, te damos las claves para que encuentres tu modelo ideal. Si necesitas un nuevo grifo, te invitamos a que sigas leyendo.
El grifo del lavabo, un accesorio imprescindible
El aseo es una de las habitaciones de la casa que más transitamos a lo largo del día, acondicionarlo a nuestro gusto y, contar con complementos de primera calidad, serán clave para un espacio en armonía.
A la hora de escoger nuestro grifo, tenemos que apostar por la ergonomía sin dejar de lado la estética y línea general de nuestro diseño del baño. Por eso, solo contamos con marcas de referencia en el sector, como Cofan.
Tipo de instalación
Ahora bien, ¿dónde vamos a colocar nuestro grifo en el lavabo? Nos encontramos con modelos que se instalan, directamente, sobre la repisa.
Es una excelente opción para lavabos, tanto modelos monomando como bimando.
Por otro lado, podemos encontrar algunos que van directamente colocados en la pared o empotrados.
Según su forma de accionado
En este punto, deberemos valorar si queremos permitir la salida del agua a través de un solo mando, de dos o de forma electrónica para los más innovadores.
También, encontramos los grifos termostáticos. Son muy cómodos y seguros. Una de sus grandes ventajas es que con un grifo termostático no tendremos esos temidos cambios bruscos de temperatura en el agua.
Qué acabado buscamos
Por último, pero no menos importante, el material de acabo de nuestro grifo es importante. Podemos encontrar de:
- Acero inoxidable: son los más comunes en los lavabos. Fácil limpieza y mantenimiento.
- Cromo: acabado brillante y larga vida útil, ya que es resistente a la corrosión y arañazos.
- Níquel: Es un acabado resistente a la corrosión y a la oxidación. Este acabado ofrece un brillo especial y elegante.
- Latón: Este acabado surge de la fusión de cobre y zinc y es utilizado para la estructura de la grifería.